Este es un elemento clave en las carreras de montaña, qué ritmo llevar en una subida larga, y cómo saber marcar ese ritmo.
Sabes que lo más fácil es empezar fuerte y sentirte como un superhéroe en el primer tercio de la subida, Y luego… probablemente arrastrarte como un cadáver hasta la cima. Lo más difícil es empezar lento y terminar fuerte… y eso que tan difícil es de cumplir, es la forma más eficiente de llegar más rápido a la cima.
Cuando se reduce la velocidad en una subida, ésta puede disminuir tanto que la diferencia que se gana al principio se pierde totalmente hacia el final.
La situación ideal es conocer la subida, de modo que puedas marcar el ritmo en función de la longitud que ya conoces, pero esta no es necesariamente la regla para todo el mundo.
Al menos es importante conocer la longitud de la subida, no en distancia sino en desnivel, e idealmente también conocer el punto más alto.
Conociendo el punto más alto o la elevación total de la subida, divídela en 3 secciones y ve a tu ritmo en cada sección.
Digamos que se trata de una subida de 900 metros de subida, entonces divídala en 3 secciones de 300 metros.
La primera sección tiene que parecer fácil, a menos que vayas a por tu PR, recuerda que cada poco de energía que ahorres en esta primera sección lo agradecerás en la última.
Ajusta tu reloj para ver la elevación que estás haciendo (olvídate de la distancia) y asegúrate de saber cuánto te queda hasta la cima. Lleva un ritmo más lento del que sabes que quieres correr al final y asegúrate de repostar líquidos y alimentos en función de la duración de la subida.
En la segunda sección aumentarás la intensidad, lo que significa que tu ritmo debe aumentar un poco con respecto a la primera sección, pero no del todo, sigue tu ritmo de subida y asegúrate de no ir al máximo, sigue alimentándote e hidratándote.
Luego, en la última sección, aquí es donde debes ir a tope, como si no hubiera un mañana.
Tu ritmo será probablemente el mismo que en el segundo tramo pero la intensidad será mayor, la razón es que estás más cansado, es normal pero esa es la clave.
Si mantienes tu ritmo estás haciendo un trabajo impresionante, si lo aumentas entonces lo estás machacando.
En general si realmente estás llevando un buen ritmo deberías ser capaz de mantener el mismo ritmo del segundo tramo hasta la cima sin bajar el ritmo, por eso es clave tomarse con más calma el primer tercio de la subida, para terminar fuerte.
Hay que intentarlo un par de veces, claro que no sale bien a la primera, pero lo conseguirás, solo hay que ser inteligente y recordar que el objetivo es acabar fuerte, no acabar arrastrándose en la cima.
¿Tenéis algún secreto que compartir sobre cómo subir mejor?
Podéis dejarlo en los comentarios.